El pasado jueves regresaba a mi casa
desde Frankfurt. Sentado a mi lado, había dos personas con quien terminé
entablando conversación. Eran dos técnicos de post-venta que pertenecían a la
delegación española de carretillas
Still, una empresa fundada en Hamburgo hacia 1920.
Volvían alegres y dicharacheros,
después de pasar varios meses trabajando en un proyecto, y me contaron su
experiencia. Conforme avanzaba la historia, yo les iba solicitando más
detalles, ya que me parecía un digno ejemplo sobre la exportación de la Marca
España….
Hace unos meses, uno de sus clientes
en Frankfurt, tenía un “apretón” y pensaron en los españolitos para que les
echaran una mano. Su misión consistía en instalar algunos equipos electrónicos
en las carretillas. Al llegar, a Frankfurt, sus compañeros alemanes y los
responsables del cliente miraban con desconfianza. La planificación era
exigente, con un ratio de 19 horas de trabajo por carretilla, y algunas de las
ya terminadas, tenían defectos que subsanar. Cuando nuestros protagonistas
revisaron las carretillas que no funcionaban, se “echaron las manos a la
cabeza”, ya que detectaron varias negligencias en la instalación. No podían
creer que los alemanes trabajasen tan mal.
Con estos antecedentes, se pusieron manos a la obra, a seguir el plan
establecido. Sus primeros trabajos eran supervisados con minuciosidad pero
nadie encontró defectos. Empezaban a obtener resultados de 12 horas por
máquina, o lo que supone un 36% de eficiencia. Faltaba material a instalar por
falta de previsión de los responsables de repuestos, y sus compañeros les
indicaban que fuesen más despacio. Les pedían que si acababan su planificación,
dejasen el resto para otro día. Todo sin trabajar más horas que el resto del
equipo, y con limitaciones en el idioma. Ah! Y menos de la mitad del salario.
Al final plena satisfacción del
cliente, felicitaciones y regalos. Los supervisores de Still, han tomado nota,
y quieren que vuelvan para el próximo proyecto. Eso sí, nuestros técnicos dicen
: ”el invierno que lo pasen allí los alemanes que nosotros no vamos”.
Se hablado mucho de los ingenieros que
exporta España a Alemania y otros países europeos. Pero esta historia demuestra
que hay muchos sectores dónde los españoles trabajamos bien…, si nos dejan. No
somos vagos ni hemos vivido de la “sopa boba”, ni por supuesto hemos vivido por
encima de nuestras posibilidades. No la ciudadanía….
Eso sí, la leyenda negra siempre nos
persigue y estos día ha aparecido la noticia en Der
Spiegelque por decreto se ha abolido “La siesta”. Si existe un ataque
desde algunos medios contra la Marca España ¿no deberían nuestras instituciones
denunciarlo formalmente?. Ya sabemos que
de poco sirve ser exportadores de la Marca España, (como nuestros técnicos
protagonistas), si luego existen ofensivas sistemáticas de los mass-media. No
sé a quién beneficia esta situación pero es preciso luchar contra los infundios
no justificados
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